sábado, 1 de septiembre de 2007

“No quiero ir al colegio”; una frase que hay que remediar.

Para enseñar a leer o escribir a los niños, existen múltiples y variadas formas. Sin embargo la enseñanza basada en los juegos verbales es una de las más recomendables. "Se denomina juegos verbales a los juegos con palabras que contienen los mismos sonidos iniciales o aliteraciones o los mismos sonidos finales o rimas; también se incluyen las adivinanzas, trabalenguas y otros juegos lingüísticos tradicionales o creados por los mismos niños. Todos estos juegos ponen énfasis en el carácter lúdico y creativo del lenguaje y en una actitud exploratoria de posibles significados". (Juegos verbales, Mabel Condemarín) Este tipo de aprendizaje les permite a los niños entretenerse y pasarlo bien aprendiendo. Y este es un tema que no carece de importancia, especialmente para nosotras como futuras profesoras ya que nos debiera llamar la atención el hecho de que los niños desde muy temprana edad sienten aburrimiento e incluso en algunos casos angustia por tener que ir al colegio.
Esto es un hecho que no podemos permitir, la enseñanza no puede ser vista como una obligación, impuesta que no despierta el interés de nuestros alumnos. Necesitamos que ellos le vean un sentido a su aprendizaje, y de esta forma construyan conocimientos, actitudes y habilidades sobre aprendizajes significativos. Para esto ellos deben ser estudiantes activos, reflexivos y autónomos, involucrados en su aprendizaje y comprendiendo su finalidad.
Sin embargo, este es un discurso que todos conocemos. Pero muy pocos saben como llevarlo a la práctica, y es por eso que no hemos experimentados fuertes cambios en el tema; los niños siguen desmotivados frente a la idea de ir al colegio, son muy pocos los que dicen pasarlo bien y gozar de su aprendizaje.
Una forma de cambiar las cosas, en el ámbito del lenguaje por ejemplo, es utilizando “JUEGOS VERBALES”; aliteraciones, rimas, juegos con palabras, adivinanzas, trabalenguas, canciones, etc. Es una forma entretenida de aprender, en el que los niños se mantienen interesados y con ganas de seguir aprendiendo.
Además, es interesante considerar que por medio de los juegos verbales se desarrolla el lenguaje oral (percepción, conciencia fonológica, creatividad, vocabulario, fluidez del lenguaje oral, memoria), el aprendizaje de la lectura y el de la escritura.
Técnicas como estas permiten dejar atrás las creencias distorsionadas que los niños suelen desarrollar frente al aprendizaje de la lectura y de la escritura, posibilitándoles no solo olvidarlas sino también adquirir gusto por la disciplina.
También es recomendable hacer hincapié en el rol del profesor, este debe esforzarse por desarrollar en los niños la actitud de escuchar tanto atencional, analítica, apreciativa y marginalmente. Asimismo debe preocuparse por el lenguaje oral creando situaciones en las que los niños se expresen libremente mientras que él actuar como un oyente y un emisor modelo, por lo tanto, necesitará convertirse en un excelente lector de poemas y de cuentos realizando todas las dramatizaciones correspondientes y de esta forma abrir paso a la ejecución de distintos juegos verbales.

Los juegos verbales que podemos utilizar son muchos, por lo que a continuación se presentan sitios web a modo de ejemplo para que logremos maravillarnos con las variadas actividades que podemos desarrollar con nuestros alumnos:
- Juegos Verbales 1
- Juegos Verbales 2
- Juegos Verbales 3

Para ver la importancia del juego has clic aquí.

Bibliografía utilizada:
- Desarrollo del Escuchar y del lenguaje oral en NB1: Algunas consideraciones metodológicas. Paz Baeza Bischoffshausen y María Cristina Solís Zañartu.
- Juegos verbales. Mabel Condemarín.

Realicemos algunos ejemplos de juegos verbales:
Adivinanzas:
Fríos, muy fríos estamos
y con nuestros sabores
a los niños animamos.


¿Qué alimento será
que se suelen llevar en un cesto
y dicen que está más fresco
cuanto más caliente está?

Trabalenguas:
El cloro no aclara
la cara del loro con aro de oro,
claro que el cloro aclara
el aro de oro en la cara del loro.

Te quiero porque me quieres,
quieres que te quiera más.
Te quiero más que me quieres
¿Qué más quieres?¿Quieres más?


Familias de palabras:
El profesor sentará a los niños en círculo y diría una palabra, el niño que esta a su lado deberá decir una de la misma familia y así sucesivamente hasta que no encuentren más derivados. El niño que sigue deberá decir una nueva palabra y sus compañeros iniciarán nuevamente una cadena de derivados.
Ejemplo: Casa, casita, casona, casucha…


Juego de palabras:
Le decimos a los niños: “Un señor muy trabajador ordeno muchas cosas, pero como estaba tan cansado, algunas cosas se le pasaron. ¡Ayudémoslo a identificar que es lo que no corresponde a las categorías!
Ejemplo: Manzana, plátano, sandía, perro, guinda frambuesa.

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